domingo, 6 de noviembre de 2011

LA FAMILIA ACTUAL


Mi familia es del tipo que más se repite en la sociedad actual, la formada por cuatro miembros; los progenitores y dos hijos, la parejita como se suele decir, yo soy la pequeña de ese clan. Me encanta tener un hermano, pero siempre he echado en falta tener una hermana, una cómplice con la que compartir confidencias, intercambiar ropa, guiarme… La suerte que tengo es que mi madre no se limita sólo a desempeñar su papel, sino que tenemos una gran confianza y complicidad, por lo que aun sin hermana mayor, tengo esa figura cercana.
Envidio un poco a las personas que tienen una familia numerosa, porque cuando son pequeños tienen infinidad de posibilidades para jugar y divertirse, y a medida que van creciendo, se les obliga a ir tomando responsabilidades y autonomía, ya que con tantos hijos, los padres no pueden permitirse el lujo de ser tan sobreprotectores con todos sus descendientes, y delegan en los hermanos mayores algo del cuidado de los pequeños, cosa que fomenta también la generosidad.
Algunas personas delimitan su familia a sus padres y hermanos, en mi caso no es así, casi tan importantes en mi vida son mis padres como mis abuelos, tíos y primos, ya que estamos todos muy unidos y acostumbramos a reunirnos al menos una vez a la semana alrededor de una mesa para compartir las anécdotas que nos ocurren.
Según fuentes en Internet las familias se pueden clasificar en: familia nuclear, extensa, monoparental, homoparental y ensamblada. Últimamente están en pleno auge las familias monoparentales, ya que hoy en día son cada vez más numerosas las separaciones y los niños viven diariamente con uno de los progenitores.
También un aspecto a destacar es que actualmente hay un porcentaje elevado de familias desestructuradas en las que quienes más lo sufren son los hijos. Esto da lugar a núcleos familiares de la más extensa índole, desde niños con cuatro figuras paternas por las nuevas parejas hechas por sus progenitores, a hermanastros o hermanos de pega, que no comparten sangre pero sí vida. La generalización de las adopciones provoca ver clanes de todos los colores y razas. Todas estas variedades puede provocar en los menores algún problema no tanto por no normalizarlo en su propia dinastía, sino porque aun la sociedad no termina de normalizar estas situaciones, y los niños pueden ser muy crueles ante algo que no entienden y esta situación puede derivar en el bulling escolar del que tanto se habla.
En cualquier caso, la institución de la familia tiene que ser un entorno de acogida, de refugio, de educación en valores y sobre todo de amor, por lo que sea como sea el tipo y los integrantes que la formen, si cada uno de los miembros es feliz y se siente querido, debería de dar igual lo correcto o lo normal, ya que esa es una visión muy subjetiva que se centra en opiniones personales y estereotipos que en la sociedad en constante cambio en la que vivimos ya casi carecen de sentido.

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