martes, 25 de octubre de 2011

LAS DIFERENTES CARAS DE LA JUVENTUD

Hola, me llamo José. Soy un chico de clase media que dejó de estudiar a los dieciséis años y que aún no me he puesto a trabajar, ya que mis padres me sustentan económicamente, así que no veo la necesidad de integrarme en el mundo laboral todavía.

Yo soy Fermín y soy estudiante de un grado superior de mecanizado en Donapea. Me gusta salir los fines de semana con los amigos y jugar con la play en la bajera. Estoy deseando empezar las prácticas y ponerme a trabajar porque realmente esta profesión me gusta mucho.

Mi nombre es Clara y estoy cursando segundo de Biología en la Universidad de Navarra. Durante los exámenes estoy casi todo el día estudiando, pero cuando tengo un rato libre me gusta pasarlo con las amigas y viajando por el mundo. Hace poco me saqué el carnet de conducir e intento convencer a mis padres para que me compren un coche.

Soy un parado más en España que no acabó la ESO porque no era muy buen estudiante, y como en casa hacía falta el dinero, me puse a trabajar durante unos años en la construcción. Mis amigos de toda la vida me llaman Rodri, por mi apellido Rodríguez, ya que éramos cuatro Javier en clase.

Estos son algunos de los perfiles que nos podemos encontrar en la juventud de hoy en día, aunque unos predominan más que otros. Actualmente se nos tacha de “Vividores y juerguistas”, pero la realidad es que los jóvenes no sólo somos esto, sino que una gran mayoría somos estudiantes que intentan labrarse un futuro y que estudian duro para conseguirlo.

También se comenta que muchos de nosotros no nos queremos ir de casa porque vivimos muy bien, y esto es cierto, pero también hay otra causa de peso que nos impide hacerlo. En los tiempos que vivimos la sociedad exigen a los jóvenes sobradamente preparados que posean más de una titulación y que dominen varios idiomas, pero esto se consigue con años de estudio y prácticas, así que yo me pregunto: ¿Cómo ser independientes si no nos dan oportunidades para trabajar?

A mí me parece que hoy en día se nos critica mucho a los jóvenes dando razones como que sólo nos gusta la fiesta y los botellones, pero creo que también tenemos muchos aspectos positivos como puede ser que somos unas personas muy cualificadas en el ámbito estudiantil, que cada día más jóvenes son bilingües o por lo menos se defienden con el inglés y otro idioma complementario, e incluso se implican más en voluntariados que son compatibles con sus estudios.

Además esta generación ha nacido en las nuevas comunicaciones y maneja todo tipo de instrumentos digitales a la perfección, por lo que no hace falta que realicen ningún curso ni formaciones adicionales.

El mayor problema de los jóvenes es la falta de oportunidades y las grandes aspiraciones, pocas veces se tiene en cuenta un currículo sin experiencia y los aspirantes rechazan el empezar desde abajo después de años de preparación. Y esto sin pensar en la crisis que actualmente azota a la economía y que dificulta aún más esta opción.

Así que, sí, puede ser que los jóvenes de hoy en día hayan tenido las cosas más fáciles que los de generaciones anteriores, que han tenido que pelear mucho más para poder abrir puertas y dejarlas así para las nuevas generaciones, pero la situación que nos está tocando vivir no es la idónea para poder triunfar y labrarnos un futuro mejor.